Los libros no estuvieron confinados en Valsequillo

Alcalde, concejala y técnicos municipales posan con el premio recibido
  • “La Ruta de Libros” del Ayuntamiento de Valsequillo gana el premio Rana que otorga la Biblioteca Insular de Gran Canaria

El alcalde del Ayuntamiento de Valsequillo de Gran Canaria, Francisco Atta, recogió ayer el premio Rana en una ceremonia que tuvo lugar en el teatro Cuyás. En estos galardones, que entrega la Biblioteca Insular de Gran Canaria, la Biblioteca Municipal “Benito Pérez Galdós” fue premiada por poner en marcha y llevar a cabo la actividad “Ruta de libros” acercando la lectura a las casas de los vecinos y vecinas del municipio.

Una iniciativa que se puso en marcha durante el confinamiento como una de las acciones organizadas con motivo del Día del Libro con el objetivo de fomentar la lectura, “la idea era llevar la cultura hasta la puerta de la casa de todos los valsequilleros y valsequilleras que así lo desearan, era una manera de combatir aquellos días, a la vez ,que nos permitía potenciar la afición a la lectura entre los la población”, ha explicado la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valsequillo, Lucía Melián. De hecho, solo durante el mes de marzo se repartieron 136 libros por casi todos los barrios del municipio. Un servicio de préstamo de libros a domicilio que fue todo un éxito y es que, de marzo a junio, 336 ejemplares fueron los que se llevaron hasta los domicilios de los valsequilleros y 40 fueron las altas de nuevos usuarios que se hicieron socios en la Biblioteca.

El sistema de entrega era sencillo, el usuario , a través del correo electrónico solicitaba los libros que deseaba leer y los responsables de la biblioteca los preparaban para acercárselos a su domicilio. Eso sí, bajo unas estrictas medidas de protección: primero se desinfectaba la portada, contraportada y lomo, y después eran forrados con una especie de film. A continuación se preparaban en pequeños paquetes, agrupados por zonas, y finalmente se procedía al reparto. Para devolverlos, los bibliotecarios iban a las casas con una caja en la que los vecinos tenían que depositar los libros y que, una vez en la biblioteca, era cerrada y quedaban en cuarentena durante al menos 20 días.

Maite Martín y Rubén Fontes desde la Biblioteca Municipal se organizaban para hacer los repartos dos días a la semana y eran los que recibían los pedidos y es que como dice Maite “los había que pedían una obra concreta, pero también había usuarios que planteaban una temática, como novela negra, por ejemplo, y confiaban en la sugerencia que les hacíamos”. Un premio que reconoce a la institución por haber contribuido al fomento de la lectura y la escritura.

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