El municipio de Valsequillo vivió ayer un evento único e histórico. Por primera vez, el Santo Patrón, San Miguel Arcángel, recorrió la arteria principal del municipio en procesión acompañado por centenares de vecinos y vecinas. El patrón regresaba a su pueblo tras meses expuesto en las muestra «Luján Pérez: El Hombre y la obra 200 años después» en el Centro de Cultura Contemporánea de San Martín en Las Palmas de Gran Canaria. Por este motivo, la figura de San Miguel Arcángel, subió desde el barrio de la Barrera hasta la parroquia en Valsequillo Casco.

Una procesión que estuvo guiada gracias a casi doscientos farolillos que fueron preparados para la ocasión. Y es que desde principios del mes agosto un grupo de vecinos y vecinas del municipio estuvieron trabajando en distintos talleres para organizarlo todo.

Muchos fueron los vecinos que quisieron acompañar al Santo durante todo el recorrido demostrando su devoción. Otros, salieron a las puertas de su casa para ver pasar a San Miguel. Un San Miguel, el de Valsequillo, único en el mundo que representa la lucha contra el mal y del que todo el pueblo se siente orgulloso. A su paso los vecinos le tiraban pétalos de rosas y los voladores anunciaban que el patrón estaba llegando de nuevo a su casa. Frente a la parroquia el coro y la orquesta de cámara del las Escuelas Artísticas Municipales de Valsequillo cantaron el «Himno de San Miguel», sin duda, uno de los momentos más emocionantes de la noche.

En esta multitudinaria procesión estuvo presente el alcalde de Valsequillo, Francisco Atta, el párroco del municipio, Jorge Hernández, la Cronista Oficial del municipio, María Teresa Cabrera, y todos los concejales del consistorio municipal. El alcalde del municipio, Francisco Atta, dijo que «poco se puede decir de esta noche, un año más el pueblo ha demostrado ser grande, hoy ha sido uno de esos días en el que uno se siente especialmente orgulloso de representar a este municipio». Atta, además, invitó a los vecinos y vecinas a seguir disfrutando de estas Fiestas y Feria de San Miguel 2015.